"Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar".

Charles Baudelaire

6.7.11

BUSQUEDA

Pasada la media noche, llegué a la terminal sombría del metro, donde ágilmente se forma: un vacío, un silencio, una soledad; solo mis pasos resuenan, en sus paredes el eco susurra, caminé en sus largos pasillos calmos y frios, a la espera del metro: esa maquina transportadora de almas sin destino fijo.

La idea del suicidio lidera mi pensamiento, las voces reaparecen, comienzan a doblegar mis sentidos, mis pasiones, la espera fue eterna, mi mente vencida ansia la llegada pronta de mi final. Por instantes perdí mi vista sobre la represiva publicidad, y sobre las vías imagine mi cuerpo sin vida, sin voces, sin imagenes, al fin vencedor.

Observe el reloj, el tiempo sin expresión, posa relajado sobre las manecillas, decidí sentarme, camine algunos pasos hasta llegar a una banca, en ella, un indigente recostado, estaba leyendo, junto a él, una botella de vino, mi presencia le impidió seguir con su lectura, en seguida, que con un ágil movimiento de sus ojos me observo, en su vista note por primera vez uno de los rostros de la libertad. Después de algunos instantes, salí del metro, y empecé a deambular por las calles desesperadamente en busca de mi libertad, como lo había hecho aquel indigente en el metro. JJ. Solana

1 comentario:

Gizela dijo...

Me encantó!!!
Fuertes imagenes!!!
Besosssssssssss

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