"Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar".

Charles Baudelaire

2.2.09

CARTA ENCONTRADA


MADRID 3O/06/1879

A: HELENA RIOJA



Estos versos que redacto con intensidad, son obra de mi noble espiritu; que deserta de mi cuerpo para sobrevivir al dolor; originado por tu partida.

Amada Helana: en cada momento pienso en ti. Todos las noches me despierto agitado, envuelto de tristeza y felicidad que se conjugan y se extienden en todo mi ser; al escuchar tu canto que constantemente discurre con delicadas notas en mis oídos; matizando con prematuros diálogos el gesto de mi soledad. En cada instante te venero, mas, cuando la noche se presenta y mi alma reposa frente a tu imagen desvelándose; esperando tu regreso. Siento el fresco cuerpo de tu aliento perpetuo e inmortal que me retiene en el abismo de tu desnudo, donde pozas en el fondo del infinito, cubierta de ademanes que recorren mi cuerpo, incitándome a la locura; que humecta de placer, de dolor, todas las pasiones que habitan en mí, las cuales esclavizan la integridad de mi espíritu.

Sigo detallando mis deseos en esta fiel cuartilla;donde plasmo con sobriedad mis pasiones que se desprenden de mi pulso y de mi corazón. Te sigo, acaricio tu sombra que se filtra entre mis sueños, entre mis ojos erosionados por el llanto, por tu despedida, donde se retratan los signos bélicos de tu cuerpo, de tu sonrisa que se detalla entre luces de tenues colores que emergen del amanecer; ahí, todo se devela, hasta tu libre silueta que avanza con pasos lentos, abandonando las huellas fósiles de tus pies desnudos; que se expanden en el camino, y en mi memoria. El tiempo se desgasta sin tu presencia, mientras mi dolor se nutre con mis recuerdos.
Encontrémonos amada mía y dejemos que nuestros cuerpos se confiesen, que nuestras miradas se sostengan en nuestras mas bellas expresiones.

El tiempo separa nuestros cuerpos, separa a mi alma que desesperada deambula cada noche en mi interior; esperando que el amanecer aparezca frente el ventanal, para poder ver tu desnudo perdido, y tu ágil andar que se esboza entre el viento; que con fino tacto inicia un vals en mi imaginación; descubriendo el perfil de tus caderas, de tus senos tímidos que susurran en la atmosfera desvelada del amanecer. Recuerdo y siento a diario la textura de tus labios que sellaron con profundos sueños mi ser; embestido por tu hermosura y por tus ojos cristalinos, de colores primarios que me observaban con precisión, con gestos geométricos y perfectos de tu boca que brillaba cuando los rayos solares la descubrían. Yo existo entre tus aromas, y alientos que hacen danzar mi corazón que se arrastra ante tu estructura femenina; donde se profana la mímica del amor y del pasado.

Te veo flotando entre mis pupilas sonámbulas; que detallan con alevosía los relieves de tu exterior; donde existo, donde dejo de existir por tu permanente imagen donde me pierdo; diluyendo mi cuerpo en silencio hacia tus palabras inmóviles que dormitan en mi conciencia. Pozas sonámbula entre mi imaginacion que naufraga por tu ausencia, entre mis pensamientos que arrastran a mi espíritu al exilio; donde la frontera de tu piel se exhibe ante mi tacto que delira, que guía, que se autodestruye ante tu retrato que se diluye en mi llanto. Recuerdo tus manos límpidas y acosadoras, y a las auras que libertinas jugaban entre nuestros desnudos con premeditación. Te deseo, te extraño; esta ausencia tortura mi existencia y asfixia mi espíritu débil, mi cuerpo se desgasta al escribirte esta líneas y mi alma abandona la estructura de mi cuerpo en busca de tu resurrección. Espero encontrarte pronto, no en esta vida, ni en otra, solo deseo encontrarte en un sueño, en el mismo sueño donde nos amamos y fuimos felices.

Me despido, tu imagen perdura en mi mente, como la tinta que escasea en la cuartilla hasta cicatrizarla de versos. He terminado de escribirte, he terminado de existir.

P.D Libres hasta despues de morir.


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