Tus labios radiantes yacen en la intemperie,
olvidados como fría sepultura.
Se oxidan por la ausencia,
pierden su brillo y su tenue color ancestral.
Tu belleza deserta frente a tus ojos;
y su fina geometría se marchita.
Sobre tu rostro onírico se borran los gestos,
solo resta un silencio prematuro en tu garganta.
La ultima plegaria del amante se acalla;
como el tacto que se margina de tu desnudo.
No exhalas mas tu aliento,
ni el sueño atado a tu cráneo.
Te condenas
al apetito del que te observa.
Inerte tu corazón como tu sexo;
en el féretro incomodo que te acoge,
junto a los gusanos que hurgan tu piel perfumada
por la nítida esencia de muerte.
Tierra que cae como llovizna,
que te cubre de oscuridad.
El tiempo se marcha.
El alma abandona su morada.
El cadáver se disipa entre flores y llantos,
antes que el acaso desaparezca.
JJ.Solana
18.2.10
OCASO DEL CUERPO
Publié par JORGE SOLANA AGUIRRE à l'adresse 8:12 a.m.
Libellés : El sabor de la muerte
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1 comentario:
te acercas al estilo oscuro y misterioso tan verdadero de baudelaire me encanta tu estilo
besos
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