"Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar".

Charles Baudelaire

13.8.07

Una Mujer Intima

Una mujer oculta en la sombra nocturna
aparece con el rostro desnudo.

Cientos de colores se esconden y deforman
el cuerpo intimo de la belleza.

Un andar lento que te descalza la agonía de tus pasos,
que penetran sigilosamente en el eco indigente
que suicida se ausenta.

Entre callejones mudos te observo
como se alinean tus caderas con ritmo y movimiento,
iniciando una atmósfera de instintos
que despiertan con el rocío de tu ser.

Tus cabellos sin gravedad encadenan por momentos las ideas,
aquellos instantes que se liberan arrastran las sombras eróticas
que se descarnan de tu húmeda piel.

te reposas entre la llovizna que se derrama de infinito,
humedeciendo tus labios inmortales
que descuidan ligeramente la sonrisa
interna y presa se libera entre la hojarasca.

Estoy envuelto en ti,
cada paso tuyo me permite aspirar las piezas de tu pasado,
siempre a tus espaldas, donde tu rostro es resguardado
por un ropaje congestionado de laberintos sensuales.

El frío se presenta sin rostro alguno
naufragando brutalmente en las fronteras descubiertas de tu cuerpo,

los aromas ocultos de tu boca forman en el espacio nocturno
palabras que se despiertan suavemente
fundidas por los instantes en mi,
causando el exilio inconsciente del alma.

Cada vez mas cerca de ti,
detallo tu cuerpo con la mirada que fértil te captura
cuando estas inmóvil fundiéndote con el pensamiento.

Tus manos forman un péndulo,
donde se marcan las etapas de la belleza y del tiempo
que fermenta con sedas tus pechos firmes y resguardados,
entre soldados de algodón que conservan tu estética.

Tu ropa se transparenta por el brillo estelar
que cae ligeramente invadiendo el camino,
ese extenso andar qué recolecta los sabores vírgenes de la tierra
que respira y absorbe el universo femenino,
las etapas se retratan, y la extinción del deseo continua.

Gestos desconocidos de la naturaleza
que te desea y vela tu eternidad.

En tu vientre tímido florecen estelas
que reflejan mi pensamiento hambriento y enloquecido.

Ahi entre el abismo creado por mi deseo
los instintos del pensamiento fecundan
el cosmos perfecto de tu cuerpo.

jj.solana

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