"Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar".

Charles Baudelaire

28.8.07

EL SABOR DEL PECADO

El pecado distinción divina que se adhiere a todos los sentidos del ser. La atmósfera de la tentación libera la debilidad del cuerpo, y del espíritu. Los frutos prohibidos renacen en nuestra raíz interna, se forman y son consumidos por el deseo suicida. La facilidad que tiene el humano para destruir y crear, es un talento que le permite entrar al abismo hermoso del pecado, el cual se concentrara nutriendo al ego del cuerpo, y desgastando el trabajo de la moral . El espejo retrata la imagen ocultando el rostro, y el color del instinto, este inhala hasta consumir, las bases y normas positivas de la conciencia, momentos después inicia su rebelión, tomando posesión del físico-espíritu en todos sus aspectos. El pecado es un dios sin cuerpo, con voz dominante, que se canaliza, y confunde el ritmo intimo de los sentidos, y de sus normas. El pecado es un calmante adictivo que relaja las acciones del ser, hacia la demencia de la fantasía. El pecado tiene un aroma cósmico que se adentra hurtando la inocencia del cuerpo, hasta crear expresiones agónicas. En cada paso el pecado diluye átomos eróticos que son unidos como telarañas gigantes para apresar al ser sonámbulo. Los códigos para expatriar al pecado del ser, existen, están ocultos para la sobrevivencia de la humanidad.
Cuando lleguemos a ser semejantes a Dios o a una energía suprema, llegaremos a la eternidad, donde el pecado intenta penetrar. jj.solana

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