Shakespeare creaba frente a la mujer dubitativa -isabel- que solía sonreír pero que rechazaba la risa franca, contraria a su humor melancólico. Shakespeare tenia la imaginación ardiente y moliere la sangre ardiente. El mismo lo reconoce.Shakespeare tenia el sexo enfermo, débil, perdido, agotado; Moliere era enfermizo, no tanto de complejos determinantes de la conducta, si no de descomposiciones sanguíneas de orgánicas decadencias hereditarias. Tuvo las degeneraciones aparentemente viriles del incestuoso, como Byron, chateaubriand y los héroes de la tragedia clásica, como fatalidad castigadora de sus destinos misteriosos; no las consecuencias bisexuales, que en los agotamientos o decadencias amatorios llevan a la angustia, a la angustia neurótica. La neurosis de angustia seria, para el psicoanálisis, el agotamiento psíquico ante las presiones de la libido indominable, insatisfecha. Por eso, a caso la indiferenciacion sexual, la bisexualidad seria un predisponente en la angustia. Pero hay que distinguir entre angustia nerviosa y angustia sexual. En Shakespeare, de ambas se tienen ralos datos.
Moliere vivió una pasión frenética y quedó vacío del amor.
"Una copa que colocas bajo un chorro de un liquido muy violento, no se llena".
por MATEO SOLANA Y GUTIERREZ
12.8.07
La locura del teatro
Publié par JORGE SOLANA AGUIRRE à l'adresse 9:47 a.m.
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