Se encuentran desnudos entre la oscuridad; como dos adolecentes, se descubren entre sus piernas sus sexos flácidos, de textura áspera y fría, sin olor, sin frescura, por la ausencia, por el olvido, por el tiempo prematuro que los condenó. Sus cuerpos se pierden entre sus manos expertas donde emergen movimientos seniles, que se enlazan en busca del placer y sus efimeras sensaciones, sus almas se auscultan, hasta liberar entre sus pensamientos frágiles el molde el deseo añejo y distante de dos viejos amantes; internos en la noche, en el tacto acido que recorre sus antiguos desnudos, mientras sus alientos de antaño se intercambian rozando sus labios que se esbozan en las arrugas hasta unirse, frente a sus miradas sus gestos se hidratan de nostalgia al notar sus dentaduras sin dientes, donde sus diálogos emergen incompletos y cansados de sus gargantas; hasta perderse en la sordera. Los amantes cierran los parpados para imaginar una penetración, un orgasmo y el morir juntos sobre la cama, después del amor, y después de la vejez. JJ.Solana
10.6.09
La edad del placer
Publié par
JORGE SOLANA AGUIRRE
à l'adresse
2:32 p.m.
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