Formo una circunferencia de dedos nerviosos en el exterior de la cavidad orbitaria que alojan mis ojos invidentes. Penetro los dedos con fuerza hasta diluir el tacto, y obtener los globos oculares (ojos), los extraigo con frialdad, acompañados con un dolor intenso, los protejo entre las palmas de mis manos que yacen inertes, cálidas por la sangre que se diluye en mi epidermis. Veo los ojos endebles, los introduzco en mi boca, los trago con dificultad. En el interior los ojos recobran la vista; se ocultan entre los párpados que esperan… Ellos temen observar por primera vez: el deceso del alma. JJ.Solana
3.5.09
A-STIGMA
Publié par
JORGE SOLANA AGUIRRE
à l'adresse
2:50 p.m.
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