La guerra es el retrato nítido de la devaluación humana; es una acción que hurta las libertades del individuo.
La guerra es un reflejo deteriorado de la existencia; es un conflicto de ideas, de energías negativas acumuladas en el pensamiento y en el espíritu.
La guerra es un velo metálico que cubre el verdadero rostro de la humanidad; es un antifaz, un sueño profundo sin el despertar.
La guerra es una arteria ocular que permite ver la degradación de la materia y el espíritu; es un silencio de pólvora que detona en los oídos de la humanidad.
Somos soldados que caminamos entre los cuerpos de: niños, mujeres y hombres que permanecen en el suelo; heridos, en agonía y algunos muertos; todos esperan la mano que con tacto humano los levante con una existencia firme y los haga caminar sin temor, hacia la libertad.
6.1.09
Un reflejo inerte
Publié par
JORGE SOLANA AGUIRRE
à l'adresse
2:03 p.m.
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Libellés : "En las manos sucias de un niño, se retrata la guerra"
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