Los niños jugaban a atrapar la luz, mientras sus manos se entrelazaban unas con otras perdiéndose en la atmosfera; donde la transparencia del viento se extendía hasta encarnar en los colores brillantes del astro, y en las sombras que se fermentaban por el movimiento continuo de las manos prematuras, que trataban de tocar y sentir la inmensa textura del sol, que brillaba tan cerca de ellos, deslumbrando sus pequeños ojos hasta cerrarlos y perder por momentos el intenso sueño de atraparlo, sin quemarse, de arrancarlo de la corteza azul y arrebatárselo a las nubes que lo apresaban impidiendo a la imaginación retenerlo entre las manos; donde la inocencia se retuvo por momentos.
24.9.08
INOCENCIA
Publié par
JORGE SOLANA AGUIRRE
à l'adresse
10:05 a.m.
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Libellés : La caducidad de la inocencia. JJ.Solana
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