La fotosíntesis que emerge del pincel de Tamayo purifica el rostro, el cuerpo y el alma que se desplaza interna en los colores rojizos, en la forma humana que se escurre en el oleo impuro por el movimiento, y por la condena visual del artista al reflejar la sombra intensa de Picasso.
Pintura de: Rufino Tamayo
Texte de: jj.solana
25.4.08
Homenage a Picasso
Publié par
JORGE SOLANA AGUIRRE
à l'adresse
6:30 a.m.
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