Los escritores profanan sus demonios interiores y los exilian en cuartillas, donde los versos convulsionan sus cuerpos para crear un escape o una condena. Esta acción permite a los lectores entrar a los campos de concentración de la literatura ,donde la realidad por instantes es procesada por la irrealidad.
La expresión escrita es un escape de las profundidades tormentosas del escritor.
La realidad sigue su danza con movimientos sensuales, que nos permiten aprender a danzar en la pista de la carencia.
jj.solana
9.6.08
Pensamiento Prematuro
Publié par
JORGE SOLANA AGUIRRE
à l'adresse
3:04 a.m.
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