ESTANCIA

Desconozco tu voz y su limite…

Se manifiesta el movimiento calmo de tu piel
en mis manos insalubres que claman la potestad de tus senos.

Profusos tus aromas perennes;
que circulan en el tacto que los cierne.

Silente la mirada que acude a ti,
confinada por el lenguaje que colma tu desnudo.

No se quien eres…
me declino ante tus labios excomulgados,
que con orden aguardan las sombra trémula del beso;
que ceñirá el camino impávido del deseo.

Solo penumbras en el instinto ignoto;
que testimonia contra tu desnudo vespertino.

Fecundo el alma absuelta de tu cuerpo tácito
hasta ver desertar los sexos desgastados.
JJ.Solana

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PERCY BYSSHE SHELLEY
Poeta inglés nacido en Field Place, Sussex, en 1792.
Estudió en Eton College y Oxford, gracias a que nació en el seno de una rica familia aristócrata.
Dueño de un temperamento independiente y rebelde, se inclinó desde joven por los temas metafísicos, tratando de encontrar una verdad que se ajustara al agnosticismo que siempre profesó. Por esta razón fue expulsado de Oxford en 1811, y desde entonces, alternó las investigaciones filosóficas con el ejercicio literario produciendo obras como "Himno a la belleza intelectual" y "Mont Blanc".
Después de sostener algunas aventuras amorosas, se casó en 1814 y se radicó en Italia donde produjo la parte más importante de su obra, representada especialmente por
"La Reforma", "Prometeo liberado", "Oda al viento del Oeste", "Himno de Apolo" y "Adonais" entre otros.
Falleció en 1822. ©

El desnudo es un estratega bélico. JJ.Solana

El ultimo aliento

Hurgo tu aliento indomable;
hasta quedar confinado a la humedad quemante de tus labios
que discurren en la plegaria abrumadora del tacto.

Te resistes a besar la carne y su reflejo,
al acoso mórbido del amante;
que hurga tu labial desgastado,
donde litigan los voces dominadas.

El tiempo ondulante se detalla en tu rostro,
acecha el andar brioso del pensamiento,
del cubismo de tu piel yerma que acalla;
los claros pasos del lenguaje que roe en silencio.


Brecha delicada en tu sonrisa alevosa,
que emerge entre los ojos calmos que atardecen,
en el llanto tibio que humecta
la sombría quietud de tu desnudo y sus pesares.

La ultima marea de gestos rondan tu tez,
mezclan la fealdad con la belleza;
hasta florir de colores tu boca occisa,
que resguarda la retórica barbara del beso.
JJ.Solana